El pádel es considerado como un deporte en el que tiene, por diversos factores, gran influencia el componente mental o psicológico.
Uno de los factores psicológicos más importantes es la toma de decisiones, ya que muchas veces fallamos un golpe, no por una mala ejecución técnica, sino por una mala decisión. Este factor es tan importante debido a que, en ocasiones, sin darnos cuenta, debemos tomar infinidad de decisiones durante el transcurso de un partido: desde las más básicas como sacar a la pared lateral, a la “T” o al cuerpo, restar por abajo o en forma de globo, etc. hasta otras más complejas como a donde dirigir mis golpes, elegir la velocidad adecuada de cada golpe, buscar un «winner» o realizar un tiro más conservador.
Imaginemos un partido convencional de pádel, con un resultado de 6/4 y 6/4. En este partido se han disputado 20 juegos, en los que de media podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que se han disputado de media 6 puntos en cada juego, lo que hace un total de 120 puntos; en cada uno de esos 120 puntos habremos tomado determinadas decisiones que habrán influido de manera notable en el desarrollo del partido. Por cada uno de esos puntos no es extraño que hayamos tomado de media entre 6 y 12 decisiones, haciendo un total de entre 720 y 1.440 decisiones en el partido.
En nuestra escuela creemos fundamental enseñar a nuestros alumnos a tomar la mejor decisión en función de sus potencialidades y limitaciones, en función de los rivales, en función del tipo de pista, en función del tipo de bola, etc, convirtiéndoles en jugadores inteligentes dentro de la pista. Y este aspecto, en nuestra opinión, les hará jugadores infinitamente más competitivos que aquellos que tienen un gran componente técnico, pero carecen de aspectos mentales tan importantes como una buena toma de decisiones.