¿Es el pádel un deporte de EQUIPO?

Me gustaría comenzar con un dicho muy utilizado en el mundo del pádel y del tenis, el cual creo que es una gran verdad: “No siempre dos buenos jugadores forman una buena pareja”. En relación a esto podemos debatir sobre si el pádel es un deporte de equipo.

Esta frase refleja a la perfección una realidad que hemos podido experimentar todos los que hemos jugado a un deporte de pareja cuando nos ha tocado jugar con algún compañero prepotente, egocéntrico, individualista y que por más que fuera un jugador excepcional era una tarea prácticamente imposible ganar un partido, o simplemente disfrutar del mismo.

Deportes de equipo

En otros deportes de equipo, como el fútbol, baloncesto, voleibol, etc. los jugadores tienen interiorizado que son un colectivo, es decir, que ganan y pierden todos juntos, que es crucial animarse en todo momento, aunque especialmente en los momentos difíciles, y que cada uno de ellos forma una pieza importante de un engranaje en el que cada uno cumple una función específica y trabaja para el bien del equipo. En relación a esto queremos recomendaros una publicación que realizaron desde PadelStar, donde se facilitan ciertas pautas para jugar y entender al pádel como un deporte de equipo.

¿Es por tanto el pádel un deporte de equipo? Por desgracia este concepto no lo suelen tener muchos jugadores de pádel debido a que al ser un equipo pequeño (una pareja), la responsabilidad de lo que ocurre recae solo en mí y en mi compañero. Esto provoca que cuando los resultados no son los esperados, uno tiende a buscar culpables y normalmente nos cuesta ver que hemos jugado mal ese día, o que simplemente los rivales han sido mejores.

La pareja como equipo

Es más fácil echarle la culpa al compañero que reconocer lo que realmente ha sucedido pensando equivocadamente que uno es el que lo hace todo bien, gana los puntos y no comete prácticamente errores y el compañero, por el contrario, es el que lo hace mal casi todo.

¿Es el pádel un deporte de equipo?

Como profesor de Pádel Acción desde hace más de trece años, cuando he preguntado a mis alumnos en una de nuestras clases de pádel que tal les fue en un partido, en infinidad de ocasiones, cuando el resultado ha sido negativo, he recibido una respuesta parecida a esta: “pues perdimos, yo jugué bien pero es que mi compañero no metía una bola…”

Esta distorsión de la realidad viene, entre otras cosas, por no querer asumir nuestros propios errores, y por creer que cuando mi compañero falla una bola yo no tengo nada que ver, cuando esto no es cierto.

Tenemos un poder de influencia sobre nuestro compañero de equipo mucho mayor de lo que pensamos. Todas nuestras palabras, nuestros gestos, nuestro lenguaje corporal, etc. pueden influir positiva o negativamente en su juego. Por ejemplo, si mi compañero no se encuentra cómodo en la pista y no termina de entrar en el partido debido a la acumulación de errores no forzados, una parte de responsabilidad es mía ya que no estoy sabiendo transmitirle confianza y seguridad en su juego.

Comunicación con nuestro compañero

La comunicación con el compañero es un aspecto fundamental que influye directamente en el rendimiento individual y colectivo. Por tanto, debemos estar muy atentos a nuestro lenguaje verbal y también al no verbal.

Respecto al lenguaje verbal, es importante ser conscientes de que tipo de mensajes le transmitimos a nuestro compañero entre puntos, en que tono de voz lo hacemos, donde y cuando se lo decimos, si utilizamos palabras con cifrado positivo o negativo, etc. Por ejemplo, cuando estamos ante un punto importante, no es lo mismo decirle a mi compañero “este punto no lo fallamos eh” que decirle “vamos a darlo todo en este punto compañero”. El primer mensaje tiene un cifrado negativo al utilizar la palabra “no” y al meter presión al compañero al exigirle no poder fallar este punto. Sin  embargo, en el segundo mensaje se motiva al compañero a sacar lo mejor de sí mismo sin importar cuál sea el resultado final.

Por otro lado, controlar el lenguaje no verbal es la parte más compleja de la comunicación, dado que muchas veces se nos escapan gestos y  caras de frustración en momentos de tensión de los cuales no nos damos cuenta, pero que a nivel subconsciente afectan al equipo negativamente. Del mismo modo, existen gestos que pueden generar una energía positiva en el equipo la cual se traslada al juego, como por ejemplo, acercarme al compañero y darle la mano, darle un abrazo, sonreír, etc.

En Pádel Acción le damos mucha importancia a la comunicación con el compañero y por eso tratamos de entrenarlo en la mayoría de nuestras clases hasta llegar a interiorizar todas las pautas anteriormente mencionadas, reforzando el pádel como deporte de equipo.

Otro aspecto importante aunque no imprescindible para formar un buen equipo es tratar de generar un vínculo con el compañero no solo dentro de la pista, si no también fuera de ella. Este factor ayudará a que cuando las cosas no vayan bien, haya un nexo de unión mayor entre la pareja que el propio pádel y por tanto que no se destruya el equipo a pesar de que la dinámica de juego sea negativa.

Un ejemplo a seguir

Si conseguís desarrollar la capacidad de hacer que vuestro compañero saque su mejor versión cada vez que juegue con vosotros, os habréis convertido en unos excelentes jugadores de pádel.  Un ejemplo claro son Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín, la mejor pareja que ha conocido el pádel en su historia.

Juan Martín es un jugador muy talentoso, posiblemente el mejor a nivel individual, pero cuando se separó de Bela no consiguió hacer que sus compañeros se encontrarán a gusto jugando a su lado, y eso se tradujo en malos resultados.

Por el contrario, Bela demostró que jugará con quien jugará, tenía la capacidad de hacer que su compañero creciera hasta el punto en el que se convertía en otro jugador.

Por último, creo que es fundamental ser capaz de empatizar con el compañero, ponerse en su lugar, pensar en sus necesidades y actuar en consecuencia para conseguir que esté saque todo su potencial durante el partido. Para ello resulta fundamental entrenar el componente mental o psicológico, el cual ya lo comentamos en otra de nuestras publicaciones.

Si logramos seguir estas pautas, formaremos un excelente equipo, nos divertiremos más y será mucho más sencillo alcanzar nuestros objetivos. En este caso podremos afirmar que el pádel es un deporte en equipo.